Entrenar la mente

Entrenar la mente

Cómo entrenar la mente para no abandonar el gimnasio: neurociencia y motivación aplicadas al fitness

¿Te pasó alguna vez de arrancar con todas las pilas en el gimnasio y a las pocas semanas desaparecer sin dejar rastro? No estás solo. Pero lo que tal vez no sabías es que eso no tiene tanto que ver con falta de voluntad, sino con cómo está entrenada tu mente.

Hoy vamos a explorar cómo la neurociencia y algunas herramientas de coaching pueden ayudarte a sostener una rutina de entrenamiento y convertir el “me cuesta” en un “no me lo pierdo por nada”.

Inicio de rutina en el gimnasio, con energía

La motivación no es magia, es estrategia

Muchas personas piensan que necesitan sentirse motivadas para actuar. Pero la verdad es que la motivación viene después de la acción. Cuando hacés algo, aunque sea chiquito, tu cerebro libera dopamina, y eso te genera placer. Ese placer se asocia a la acción, y entonces querés repetirla.

🔄 Acción → Dopamina → Motivación → Repetición

El truco está en empezar por algo pequeño: 10 minutos de entrenamiento, ir caminando al gym, ponerte la ropa de entrenar aunque no tengas ganas. Eso ya activa el circuito dopaminérgico.


Tu cerebro ama lo conocido (aunque no te sirva)

El cerebro es una máquina de ahorro de energía. Le encantan las rutinas porque no tiene que pensar demasiado. Por eso, si venís hace meses o años sin entrenar, tu “rutina conocida” es no moverte. Cambiar eso genera resistencia interna, aunque sepas que es bueno para vos.

La clave es crear nuevas rutinas gradualmente y sostenerlas por un tiempo. Pero ojo, no es solo repetir. Necesitás también asociarlas con emociones positivas: escuchar música que te active, entrenar con alguien, premiarte con algo saludable…


Persona reflexionando en un espacio tranquilo

Reprogramá tu diálogo interno

Una parte clave es lo que te decís a vos mismo. Si cada vez que te mirás al espejo pensás “soy un desastre”, tu cuerpo lo escucha. Literal. Esa narrativa interna impacta directamente en tus emociones y comportamientos.

Probá cambiar esa voz por frases como:
  • “Estoy en proceso.”
  • “Hoy doy un paso más.”
  • “Mi cuerpo me acompaña y lo valoro.”

Coaching y fitness: una dupla poderosa

Un proceso de coaching puede ayudarte a identificar qué obstáculos mentales te están frenando y a construir un plan con sentido. Muchas veces no es falta de ganas, sino de dirección.

Saber para qué querés entrenar (más allá de lo estético) puede ser lo que marque la diferencia.

¿Querés más energía para jugar con tus hijos? ¿Sentirte fuerte para bancarte los desafíos de la vida? ¿Ganar confianza? Todo eso puede ser tu verdadero motor.


En resumen:

No se trata de “ganas” o “voluntad”. Se trata de entrenar la mente como entrenás el cuerpo. De hackear tu biología, usar tu cerebro a tu favor, y transformar el gimnasio en un lugar donde no solo tonificás músculos, sino también tu historia personal.

Entrenar la mente es una parte fundamental del cambio, pero no camina sola. Sumarla a un enfoque físico consciente y una alimentación adecuada potencia tus resultados.

Si sos entrenador o simplemente querés mejorar tu forma de entrenar, formarte en salud y nutrición deportiva puede darte una base sólida para sostener el cambio en el tiempo.

¿Y vos, qué te contás cuando no vas a entrenar?

📚 Referencias:

Ortiz, C., Núñez, D., & Gómez, J. (2021). Mecanismos neurocognitivos de la motivación en el entrenamiento físico. Revista de Investigación e Innovación en Ciencias de la Salud, 3(2), 55-68. Recuperado de https://riics.info/index.php/RCMC/article/view/44

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *